Quieren enaltecer el boxeo local

Lunes 29 de junio de 2009.
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Sueños desde pequeños.
Esfuerzo, pasión y mucho coraje, es lo que les sobra a cuatro jóvenes que vibran cada vez que comienzan a subir por la escalera del ring. Por gusto, por herencia, por ser un deporte más.
Diversas son las razones que unen a estos muchachos para seguir dando la batalla por una disciplina que ha sido cuestionada, pero a la vez tan adorada.

En la última velada de boxeo, efectuada el sábado pasado en la Casa del Deporte, exponentes de tres asociaciones acudieron a la cita, que tenía como principal objetivo revivir esta disciplina en nuestra ciudad. De San Carlos y de Penco, jóvenes menores de edad, empiezan a recorrer el sendero boxeril.
“Lo aprendí de mi papá” Diego Soto está en cuarto medio y desde pequeño, siempre le gustó boxear. Acompañaba a su padre, quien también era luchador y donde comenzó a sentir ese “gustito” por esta disciplina. Una herencia, así lo denomina Diego. “Fue por herencia familiar, mi papá era boxeador, entonces es obvio que a mi me gustara este deporte. Él me apoya cien por ciento. Siempre hay gente que te tira para abajo o que cuestiona el box, pero eso es típico. Aunque suceda eso siento el apoyo de mi familia”, comenta Diego, quien luce la medalla de ganador en su cuello.
Pertenece al club de box de San Carlos y su sueño es ser un boxeador profesional. “Este deporte es mi sueño, mi pasión. Cuando vas subiendo la escalera hacia el ring, sientes mucho nervio, pero en el momento en que chocas los guantes los nervios desaparecen. Lo único que piensas es que no puedes perder, que tienes que pegar, pegar y ganar que es lo más importante, tienes que estar mentalizado en ganar.”, sostuvo Diego.
Su ídolo es Mike Tayson y ya tiene una barra que lo apoya en sus combates. A fin de año dará la PSU, donde quiere estudiar Educación Física en Chillán.
“quiero ser campeón” Héctor Palavecino tiene 14 años, está en tercero medio y fue su primo quien lo insertó en el boxeo. “Desde chico que me gusta este deporte.
Siempre veía las peleas por la tele, hasta que un día mi primo que también es boxeador, me llevó a los entrenamientos y de ahí nunca más me salí”, manifestó Héctor.
Su momento más duro fue cuando peleó en San Carlos. Ese día los golpes le dolieron mucho. “Cuando me subo al ring siento mucha ansiedad y nervios, porque uno no sabe cómo será el combate. En San Carlos me dolieron muchos los golpes”, agregó el futuro boxeador.
Su sueño es dedicarse a este deporte para toda su vida y llegar a ser campeón. “Mi sueño es llegar al campeonato nacional de cadetes y ganar”, concluyó.
“el miedo es inevitable” Para Oscar Palma, el sábado en la noche fue su momento más duro.
Pese a que ganó su combate, sintió que fue una pelea muy complicada. Tiene 16 años y estudia en San Carlos.
Su sueño es llegar a la universidad y ser alguién en la vida. “Me gusta el box porque es un deporte súper sano. A mi familia no le gusta mucho que lo practique, porque se preocupan de que me peguen”, manifestó Oscar, quien fue el encargado de abrir la velada del sábado.
Pese a su gran entusiasmo revela que lo más duro es sentir miedo.
“Cuando subo al ring siento miedo.
Pero se me pasa cuando uno va ganando, aunque ese miedo siempre está”, agregó.
Está contento por la vuelta del box a la ciudad, sobre todo por lo que se está realizando a nivel regional. “Me parece bonito que se fomente esta disciplina nuevamente, creo que hay potencial en la provincia y ganas para poder potenciar esta disciplina”, aseguró Oscar.

“Cruzat me inspiró”.
Cuando era más chico, Luis Iturrieta, boxeador de la Asociación de Penco, se la pasaba en los rings viendo peleas de Carlos Cruzat. A sus cortos 16 años, sueña con no perder esta pasión que lo enloquece.
“Se dice que esta disciplina requiere mucho corazón y pasión, cuando comencé a ir al gimnasio me di cuenta que quería practicarlo, y aquí estoy”, reveló Luis.
Fue uno de los pocos que hizo un Knock Out en el primer round y está feliz. “Tuve mucha suerte, esto me deja muy contento. Creo que todos los chicos tenemos el nivel suficiente para levantar este deporte”, agregó Luis.
Siendo partícipe de los anhelos y proyectos de estos jóvenes deportistas, el consejo sabio de un grande, siempre vale la pena escucharlo.
“Tienen que ser disciplinados, responsables, que sigan a sus entrenadores y que si les gusta el box tienen que sacrificarse mucho.
Es un deporte duro, pero bello”, comentó el ex árbitro internacional Julio Muñoz.
En tanto, Jorge Lillo, entrenador de los chicos de San Carlos reveló que “para subir al ring hay que tener pantalones, corazón y harto coraje, no cualquiera lo hace. Cuando los entreno hacen lo que yo les digo.
Creo que hay que vencer al público, cuando subes la escala, eso pesa, la primera pelea siempre es la que cuesta”, manifestó.
Fuente: http://www.ladiscusion.cl/?control=porsec&id_noticia_p=54507&id_diario=29062009&id_categoria=05&fecha=29-06-2009
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